El Reino Unido Reconoce Oficialmente el CBD como Medicina
Reino Unido La MHRA (agencia medicamento) del R.U. reconoce oficialmente el CBD como medicina desde 2017, en base a la evidencia científica. Para proteger a los pacientes, establece normas de seguridad, calidad y eficacia para los productos de CBD. Aunque positivo para los pacientes y la comunidad cannábica británica, no se reconoce el valor medicinal del cannabis.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA,
por sus siglas en inglés) del Reino Unido ha tomado la decisión de
reconocer y clasificar oficialmente el Cannabidiol o CBD como
ingrediente medicinal a partir de este año 2017. La agencia ha
justificado dicha clasificación basándose en la evidencia científica de
su eficacia, y parece que – con el fin de proteger la salud de los
pacientes – ha establecido normas de seguridad, calidad y eficacia que
deben cumplir los fabricantes de productos que contengan CBD. Aunque,
sin duda, la medida es un buen presagio para los pacientes del Reino
Unido y para la comunidad británica del cannabis, sigue sin reconocerse
el valor terapéutico de la planta entera de cannabis.
A partir de este año 2017, el Cannabidiol – uno de los cannabinoides contenidos en la planta de Cannabis – o CBD se clasificará e incluirá en la lista de medicamentos del Reino Unido, tras la decisión tomada por la MHRA
el 13 de octubre de 2016, que fue ratificada y actualizada el día 30 de
diciembre del año pasado. Por lo tanto, los productos que contengan
este ingrediente extraído del cannabis podrán considerarse medicamentos
legales, y no suplementos alimenticios o cosméticos, como era el caso hasta ahora.
“Hemos llegado a la conclusión de que los productos que contienen
cannabidiol (CBD) utilizados para fines médicos son una medicina”, manifestaba un portavoz de la MHRA en el comunicado publicado en la página web de esta agencia, que depende del Ministerio de Sanidad británico.
Se Reconoce Oficialmente el Valor Medicinal del CBD
Parece que, a diferencia de otros países, la política relativa al
cannabis en el Reino Unido comienza a fundamentarse y basarse en las
pruebas de laboratorio obtenidas mediante numerosísimos estudios
científicos, además de empezar a tener en cuenta la experiencia
anecdótica y el testimonio de tantos pacientes – que demuestran que el CBD ayuda enormemente en el tratamiento de enfermedades y trastornos, que van de la epilepsia infantil grave al autismo y el cáncer, seguidos por un largo etcétera.
Clasificar el CBD como medicamento, en vez de seguir dilatando el
tema durante años exigiendo más resultados de investigaciones y ensayos
clínicos privados, supone que los pacientes británicos están un paso más
cerca de poder consumir productos derivados del cannabis como medicina
legal – y, sin duda, representa un avance en el reconocimiento de este fitocannabinoide natural como agente terapéutico viable.
La MHRA ha llegado a la conclusión de que los productos que contienen CBD cumplen la segunda condición para definirlos como “medicamento“,
ya que “se pueden utilizar por, o administrar a, seres humanos con
miras a restablecer, corregir o modificar las funciones fisiológicas
mediante una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, o en el
establecimiento de un diagnóstico médico”. Es una conclusión muy
importante, porque marca la primera vez que el gobierno del Reino Unido
parece ver el cannabis como algo beneficioso.
La decisión de la MHRA implica que la propia agencia es la encargada
de supervisar la producción de CBD en todo el Reino Unido y de controlar
a las empresas que se dediquen a la venta de productos a base de CBD.
Para ello, ha establecido unos estándares de seguridad, calidad y
eficacia que deben cumplir las empresas fabricantes de productos que
contengan CBD, que no tenían que cumplir antes.
Hace unos meses, concretamente en octubre, cuando la Agencia hizo
pública por primera vez su opinión e intención de clasificar el CBD en
la lista de medicamentos del país, la MHRA tomó la polémica y
controvertida decisión de comunicar por escrito a los comerciantes y fabricantes de productos de CBD que debían detener la compra-venta
de dichos productos en su territorio. De momento, no está claro si la
actualización del comunicado de la agencia implica la revocación de
dichas ordenes, como parecen entender algunos, ahora lo que sí ha
quedado patente es el efecto negativo que ha tenido en un mercado ya
creado y del que dependen muchos pacientes.
Dicen que el Cambio se Produce para Velar por la Seguridad de los Pacientes
Según ha manifestado la MHRA, tras comprobar que una serie de
empresas que fabrican estos productos estaban haciendo “afirmaciones
acerca de sus propiedades medicinales” de forma manifiesta y abierta, la
agencia decidió investigar y examinar los efectos del CBD. La revisión
de la evidencia demostró que “estaba claro que la gente está usando este
producto con la creencia comprensible de que realmente ayudará”.
Con el objetivo de evitar que se genere un mercado sin regular y
potencialmente peligroso para los pacientes consumidores de CBD, a
partir de 2017, las farmacéuticas podrán vender legalmente medicamentos
que contengan CBD, siempre y cuando se cumplan los estándares de
calidad, efectividad y seguridad establecidos por la MHRA.
“Nuestra principal preocupación es la seguridad del paciente y
queremos reiterar que los individuos que usan productos a base de
cannabidiol (CBD) para tratar o controlar los síntomas de sus dolencias
médicas deben discutir su tratamiento con su médico”, ha dicho un portavoz de la agencia.
En palabras de Gerald Heddel, director de la MHRA, en unas declaraciones realizadas a Sky News: “El
cambio realmente se produjo cuando llegamos a la conclusión de que el
CBD es, de hecho, una medicina, y que esta opinión se basa en el hecho
de que hemos observado que hay gente que afirma que ciertas enfermedades
podrían tratarse con CBD.“
En el comunicado de la agencia, se informa de que la MHRA ahora va a
trabajar con empresas individuales y organismos comerciales en relación
con la certificación de los productos que contienen CBD, utilizados para
un propósito médico, que puedan clasificarse como medicamentos, y que
cumplan los requisitos legales del Reglamento de Medicamentos Humanos de 2012, además de añadir que ya se ha informado a 18 empresas de su cambio de opinión.
Sólo Se Reconoce el Valor Medicinal del CBD, No el de la Planta de Cannabis
A pesar de lo positivo que puede parecer todo lo anterior, no hay que olvidar que, en el Reino Unido, la posesión, el consumo y el cultivo de cannabis sigue siendo ilegal – una ilegalidad que pasa una factura a tantos pacientes
que se ven perjudicados. Aunque el gobierno del Reino Unido esté
reconociendo a través de la MHRA sus propiedades medicinales, mejor
dicho, las del CBD
– un compuesto fitocannabinoide que se encuentra única y exclusivamente
en la planta de cannabis – el cannabis sigue clasificado como una droga
o sustancia estupefaciente de clase B a la que no se reconoce ningún
valor medicinal. Aquellos que sean sorprendidos en posesión de cannabis,
se pueden enfrentar a pena de prisión.
El cannabis contiene una serie de componentes o principios activos
llamados cannabinoides o fitocannabinoides, que son los que determinan
el alcance de los beneficios terapéuticos de la planta. Algunos de estos
cannabinoides son muy conocidos, como es el caso del THC o del CBD.
Sin duda, el más famoso es el THC,
el compuesto psicoactivo del cannabis, es decir, el que principalmente
produce el efecto cerebral o subida – un efecto atractivo para los
consumidores recreativos pero que no desean gran parte de los pacientes
de cannabis medicinal. Ese es uno de los motivos por los que el CBD no deja de ganar terreno. A día de hoy, es uno de los fitocannabinoides más conocidos y ampliamente estudiado, y al actuar como mediador de los efectos del THC, generalmente se considera intrínsecamente no psicoactivo, motivo por el que hoy es legal en más lugares que el polémico THC.
Debido a la falta de psicoactividad del CBD, el interés de la comunidad médica
por el compuesto no deja de crecer. Hoy en día, existen sólidas pruebas
anecdóticas sobre la eficacia del CBD, y ha quedado demostrada en el
tratamiento de los síntomas de numerosas enfermedades como el cáncer, la
depresión, la esclerosis múltiple, la epilepsia, y la enfermedad de Crohn, además de muchas otras dolencias y trastornos.
Aunque el CBD es más popular cada día, porque ayuda a muchas personas
a combatir sus trastornos sin efectos secundarios adversos, de momento,
tanto la medicina oficial como los ensayos de laboratorio van por
detrás de las experiencias individuales y personales de los pacientes que utilizan productos derivados del cannabis o a base de CBD.
No obstante, debemos tener en cuenta que la planta contiene entre
70-100 fitocannabinoides en diferentes concentraciones, además de otros
compuestos químicos como los terpenos, terpenoides, flavonoides, etc., que a su vez aportan sus propios efectos y trabajan sinérgicamente con el resto en el conocido efecto séquito del cannabis.
Está muy bien que la MHRA empiece por reconocer que el CBD posee un
efecto “restaurativo, correctivo o modificatorio” en las “funciones
fisiológicas” humanas, según sus propias palabras, pero no debe
olvidarse de la propia planta de la que procede. Es hora de dejar de
estancarse en la estigmatización de todos, o sólo de algunos, derivados
de la planta de cannabis – como ocurre con el THC, que también es
beneficioso desde el punto de vista médico para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT), entre muchas otras dolencias.
Criticas, Dudas y Preocupación de los pacientes
La nueva clasificación del CBD parece ser un buen augurio para los
pacientes del Reino Unido, pero tanto los pacientes como el sector del
cannabis del país sienten recelo ante un gobierno que nunca antes había
valorado el cannabis de forma positiva.
Aunque las autoridades británicas hayan dado el paso de asumir la
responsabilidad sobre el mercado del CBD – mientras que otros gobiernos
europeos o la DEA en EE.UU. no parecen tener la intención de hacer lo
mismo – no todo el mundo tiene claro que esta decisión se haya tomado
velando por la seguridad de los pacientes o si más bien hay otro tipo de
intereses ocultos de por medio.
La gran preocupación general
es el suministro de estos productos, que la mayoría de la gente en el
Reino Unido consigue y adquiere en Internet – en un mercado no regulado
que, por lo tanto, implica riesgos potenciales para los usuarios. Con la
decisión de la MHRA de que los fabricantes ahora tengan que demostrar
que sus productos de CBD cumplen con los estándares de seguridad,
calidad y eficacia, los usuarios se temen que se establezcan una
regulación demasiado estricta, creando un mercado y un suministro
insuficiente para unos enfermos que no pueden esperar, y dificultando en
definitiva el acceso al CBD a los pacientes que lo necesitan.
Además, el hecho de que la medida sólo afecte al CBD, que es algo muy
específico, y no al cannabis en su conjunto, preocupa porque podría
enviar mensajes contradictorios al público sobre la seguridad y la
legalidad del cannabis. Aun así, los activistas a favor de la
legalización del cannabis creen que clasificar el CBD como medicina
vuelve a abrir el debate sobre el cannabis medicinal en el país.
El tiempo determinará si esta decisión marca un antes y un después en
la normalización y legalización del cannabis medicinal o si simplemente
termina beneficiando a unas pocas compañías farmacéuticas. A nadie se
le escapa que a la compañía británica GW Pharmaceuticals
le viene muy bien que el CBD sea reconocido de forma oficial como un
producto medicinal, ya que está a punto de conseguir la aprobación de la
UE para su nuevo fármaco Epidiolex, una fórmula líquida a base de CBD
para el tratamiento de trastornos como la epilepsia infantil.
Si se aplica la regulación medicinal británica a los productos de CBD, los productores van a necesitar una licencia para poder comercializarlos o registrarlos como hierbas tradicionales –
procedimientos que resultan muy costosos (la solicitud ya cuesta unos
£103.000) – además de tener que proporcionar datos clínicos del
producto, lo que también implica otro gran desembolso adicional. Con un
marco jurídico favorable en torno al CBD como sustancia farmacéutica,
las grandes empresas del sector podrían evitar la aparición de muchos
pequeños competidores.
A pesar de Todo, el Hecho Marca un Hito
Se mire como se mire, el que la MHRA reconozca el CBD como medicinal marca un hito en la historia del cannabis medicinal
en el Reino Unido, ya que es la primera vez que el gobierno, a través
de una de sus organismos da un paso hacia reconocer oficialmente el
valor medicinal del cannabis.
El uso medicinal de esta planta
se remonta a más de 2.500 años atrás, y durante siglos se ha utilizado
como una medicina efectiva y popular. Hasta que llegó la Prohibición del Cannabis y la fallida Guerra contra las Drogas. Pero hoy disponemos de grandes pruebas científicas, además de los testimonios de pacientes en todo el mundo, y también en el Reino Unido, que demuestran su valor y su efectividad.
Durante el año 2016, ha aumentado el número de miembros de parlamento
británico que se han sumado a la petición de una reforma “radical” de
la política de drogas que ha sido un fracaso en Gran Bretaña. Miembros
representantes de todos los partidos políticos han formado un grupo
llamado All Party Parliamentary Group for drugs
(APPG), que ha presentado un informe transversal en el que ha
recomendado el acceso legal al cannabis medicinal para los pacientes –
y, entre otras cosas, se indicaba que el erario público podría aumentar
sus ingresos fiscales en hasta 1.000 millones de libras esterlinas en un
año con la legalización del cannabis.
Ojalá que la regulación de los productos CBD se convierta en el
primero de otros muchos movimientos para conseguir acabar con la
prohibición del cannabis en Gran Bretaña. Aunque parece bastante
improbable que el país se plantee, de momento, nada parecido a la
legalización del consumo recreativo del cannabis, por lo menos existen
indicios de que se está produciendo un cambio en el ámbito medicinal.
Mientras el R.U clasifica el CBD como Medicina, Al Otro Lado del Charco, la DEA lo Clasifica Junto a la Heroína
Paradójicamente, casi al mismo tiempo que la MHRA confirmaba su
intención de considerar el CBD como ingrediente medicinal, la DEA
introducía una modificación – que restringe aún más el acceso de los
estadounidenses al aceite de CBD – al clasificar todas las extracciones
de cannabis, incluidas las de Cannabidiol, junto con la heroína y la
cocaína, como Sustancia Controlada de la Lista I.
Es decir, que mientras, al otro lado del charco, la agencia
antidrogas estadounidense decidía que cualquier extracción o extracto de
cannabis – incluidos los de CBD – carece de beneficios medicinales,
ignorando décadas de datos científicos y médicos, la MHRA británica
optaba por la compasión por los pacientes de su país y por el sentido
común – aunque sólo haya clasificado el CBD como medicina.
Dos enfoques opuestos que contrastan y ponen de manifiesto las
medidas tan dispares e ilógicas puestas en marcha por los gobiernos de
los diferentes países, supuestamente, cuando pretenden reformar unas
políticas de drogas que han demostrado que no funcionan, y que al final
siempre se toman más bien a expensas de quién de verdad importa: los
pacientes y su salud.
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