lunes, 12 de marzo de 2018

LA FRECUENCIA VIBRATORIA. QUE ES Y PARA QUÉ SIRVE ELEVARLA




Esta expresión es cada vez más frecuente, no solo entre quienes nos movemos en el ámbito de la espiritualidad, sino en la vida cotidiana de las personas, solemos; desearnos buenas vibras, nos encontramos en buena vibra, o nos alejamos de alguien porque transmite malas vibras, en fin, la frecuencia vibratoria la asociamos a cosas positivas como; avanzar, mejorar, crecer, sanar, etc. Y por habitual que se haya vuelto la expresión, es necesario e importante que nos preguntemos que significa y que tan importante podría ser mantener una frecuencia alta.

Vibración es el tercer principio de verdad del Universo, cuyos 7 principios fueron dados a conocer por el sabio y maestro de la antigüedad Hermes Trimegisto en sus enseñanzas del Kybalion. Este tercer principio dice que “nada es inmóvil”; “todo se mueve”; “todo vibra”. Este principio de verdad explica las diferencias entre las diferentes manifestaciones de la materia, la fuerzas, la mente y el espíritu. Los cuales son el resultado de diferentes estados vibratorios.

Frecuencia es un concepto asociado a las ondas y se refiere a la repetición mayor o menor de un suceso, o sea las veces que sube o baja en un segundo y se mide en Hertz. Es un estado de vibración y toda vibración es una pulsación de onda, que se repite en ciclos, por ejemplo, el tiempo, el día y la noche, etc.
La Vibración es una onda en un segundo, y la cantidad de vibraciones en un segundo es la frecuencia.



Aquí tenemos una muestra de dos ondas diferentes en un mismo espacio. La onda de más arriba sube y baja menos veces, lo que indica que su frecuencia vibratoria es más baja.

 Nosotros al igual que todo el universo somos ondas, que en la actualidad estamos en un estado de vibración de 35.000 átomos ciclo por segundo. Esta frecuencia de vibración está dada por la velocidad de rotación y amplitud del electrón alrededor del átomo.
Tenemos que tener claro que todo es vibración, todo está vibrando, hasta el pensamiento, y cuando lo hace está emitiendo una señal la cual atrae una señal de regreso que encaja perfectamente con la señal que emitimos. Nuestros pensamientos al vibrar emiten una frecuencia vibratoria que sintoniza con una misma frecuencia, pero en el exterior, de esta manera atraemos las cosas a nuestra vida.
Las emociones, los sentimientos, los estados de ánimo están vibrando y lanzando al espacio vibraciones en sonidos y en colores.



Todo se trata de vibrar en la frecuencia correcta, todo se inicia con nosotros mismos y como elijamos sentirnos. Para recibir algo bueno del Universo, debemos elegir vibrar en una frecuencia alta y veloz y así sea atraído al sintonizar con lo deseado. Es la única forma de cómo funciona.

Cuanto mayor es la frecuencia vibratoria del universo, mayor es su diversidad y riqueza, También hay más vida. Esto también es válido a nivel individual; entre mayor es nuestra vibración interna, más rica y creativa es nuestra vida.

Elevar la frecuencia vibratoria, tiene otro aspecto positivo; nos hacemos más sensibles a nuestro entorno, por lo cual somos capaces de percibir mejor la realidad.
Esto se debe a que cuando una onda se encuentra con un objeto en su camino, es capaz de percibirlo solo si el tamaño de ese objeto es mayor que la distancia entre dos picos de la onda (longitud de onda). O sea, entre menos es la longitud de onda más capacidad de percibir objetos pequeños tiene. Es capaz de percibir con más detalle el entorno.



Nuestra frecuencia vibratoria es quizás nuestro bien más preciado, en ámbitos tales como la sanación, protección energética, desarrollo personal, relaciones, etc. Estamos hablando de la frecuencia media que emitimos, el nivel vibracional que poseemos de forma global, sumando todos los patrones energéticos, mentales, anímicos y emocionales que tenemos y que estamos constantemente emitiendo. Cuando con todos estos componentes vibramos en un nivel alto (medido en Hertz), incrementamos nuestra frecuencia base y lo vemos reflejado en nuestra realidad diaria, no solo por lo que somos capaces de atraer sino por la influencia energética que tendremos en nuestro entorno en el que nos movemos por nuestra sola presencia.

INFLUENCIA DE LA FRECUENCIA DE RESONANCIA EN LA SANACIÓN

Todo terapeuta al tratar a un paciente, toca la frecuencia de vibración o resonancia, puede ser a nivel local como cuando actúa en los cuerpos sutiles, Chakras, o a nivel general al dar un baño de energía.
Cuando hago una sanación, ya sea remota o presencial, estoy modificando el sistema energético del paciente, modificando un patrón determinado de frecuencia de onda que es la causa del bloqueo que produce el problema. Al hacer vibrar su sistema energético a un nivel superior en la zona afectada, automáticamente se desbloquea la energía que estaba atrapada y detenida.



Esto sería como sacudir con una fuerte ráfaga de viento los muebles que hace tiempo no se han usado. La fuerza del viento, que es vibración, hace que se despeguen las partículas del polvo adheridas. De esta forma con la intención de sanar y la energía del Terapeuta, que es un detonante energético, que al ser recibida por el paciente enciende el mecanismo de vibración interno provocando la modificación del patrón energético en la zona donde se encuentra el bloqueo energético, y así de esta manera, éste empieza a recuperar su perfecta vibración. En este punto es importante recalcar, que es el propio paciente es el que sana, el terapeuta solo hace las veces de detonante y canalizador energético de las energías que provocan el cambio vibracional.

La vibración no es estática, por lo cual no resulta fácil mantenernos en la vibración adecuada. Subir la vibración depende de cada uno, sin embargo, tener una baja vibración no quiere decir que uno sea peor o mejor persona, o que sea más o menos evolucionado, solo es que te encuentras situado en ese rango de frecuencia debido a que desconoce o no tiene las herramientas y procesos que le permitan vibrar de otra manera.

Nuestros órganos, tejidos, membranas, células, glándulas, poseen una frecuencia vibratoria precisa en un cuerpo sano. Por su parte, todos los pensamientos positivos, inspiradores, cariñosos y amables están en armonía con nuestras vibraciones físicas y ayudan a mantener al cuerpo en este óptimo estado.

La palabra hablada está en armonía con la vibración de nuestro pensamiento, lo que hace que la energía de la oración sea aún más potente y nos deja como enseñanza, que debemos cuidar las palabras que emitimos, los deseos que regalamos a nuestros semejantes y como nos referimos a nosotros mismos.

Vibrar alto y mantener ese nivel es tarea diaria, es trabajar en convertirnos en mejores personas, ser positivos, amables y por sobre todo amar. El amor es la más alta frecuencia del Universo.